Sola... y a la vez tan asfixiada.
La gente se junta,
se respeta...
se aman, incluso, a veces.
Pero la mía fue una vida marcada por las equivocaciones.
Las compañías equivocadas, las decisiones equivocadas, el rumbo equivocado...
Nunca me había sentido tan vulnerable.
No siempre había sido así.
Estuve con gente maravillosa y la perdí.
Tuve en mis manos talento y lo desaproveché.
Tuve oportunidades y las dejé pasar.
Recuerdo que hubo un tiempo en el que quería comerme el mundo...
...ahora solo quiero vomitarlo.
Estoy sola.
Sola como nunca lo he estado.
Con total libertad para destrozarme la vida aquí y ahora.
Unas voces aún tiran de mí, pero poco a poco se van callando.
Un vínculo casi sagrado me une a mi altar de sacrificio.
Veo el agua correr y llevarse con ella la poca dignidad que aún guardaba escondida, con la esperanza de que en algún momento pudiese volver a hacer gala de ella.
Veo el agua irse y siento que mi vida se va con ella.
Como un Heráclito suicida y triste me quedo mirando el agua de mi río particular.
De repente todo se detiene.
Estoy ya muerta?
Debo estarlo, porque esto es el infierno.
En el reflejo del agua quieta veo que se asoma un demonio.
Un demonio que tiene mis ojos, mi pelo, mi cara, mis grasas.
Un demonio que llora mis lágrimas y que grita, que grita porque está hasta arriba de esta puñetera vida que él mismo se empeñó en transformar en un infierno, en su infierno, en el mío y en el de toda la gente que en algún momento compartió mi dolor.
Como no voy a estar sola si hasta yo me odio?
Y entonces, sin mas elegancia, hundo la cabeza hasta ahogarme en esta charca sin peces, en este estanque de odio y destrucción...
....
Y en ese momento despierto.
Siento que estoy temblando y que tengo miedo de mi misma.
Por suerte esta vez solo había sido una pesadilla...
... o quizá un sueño?
-_-_-_-_-_-_-_-_-
Demasiado tiempo para pensar.
La cabeza me estallará de un momento a otro.
No hay palabras en este reducido abecedario nuestro que puedan expresar todo esate dolor, toda esta confusión.