martes, 31 de marzo de 2009

simplemente sonrisa:D

"-Que es eso que tienes en la cara?
-se llama sonrisa."
Quería pasar página y lo he conseguido.
Se abre un nuevo capítulo en esta historia de mi vida.
Una vez me dijeron que cuanto más ascendían, mas dura sería la caída.
He dado la vuelta al refrán:
tras el momento en el que, si descendía solo un poco más, podría acariciar con mis dedos la lava del infierno, alguien me tendió su mano desde arriba para subirme a lo más alto.
Sí, debo estar en el cielo porque a mi lado tengo un ángel.
Ahora comprendo que aquella pesadilla solo era el principio de un sueño.
De un sueño del que no quiero despertar nunca(:

lunes, 23 de marzo de 2009

punto y aparte (.)

Si algo he aprendido es que, en ciertos conflictos, no basta con ser neutral.
No puedo estar más tiempo viviendo sin vivir,
muriendo poco a poco,
lentamente.
Ha llegado el momento de escoger mi bando en esta batalla a vida o muerte.
Y sé que lloraré, que gritaré, que me estaré muriendo, que miraré fotos, que no podré soportarle la mirada a mi mismo reflejo, que sentiré angustia, vacío, soledad, que mis pasos me llevarán al baño por inercia, que cerraré los ojos y seguiré viendo a mis fantasmas, que taparé mis oídos y seguiré escuchando llantos, que le preguntaré al cielo que he hecho para tener que soportar esto y que, una vez más, no obtendré respuesta alguna...
sé que me espera la temporada más dura de toda mi vida.
Pero tambien sé que esta es una calma entre tormentas y que no puedo permanecer así mucho tiempo.
Seguir así será seguir abriendo poco a poco mi herida.
Y, dentro de unos años, no quiero ser cicatriz.
Quiero ser sonrisa.
-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-
-Preparada para pasar página?
PUNTO Y APARTE ;)
-A quien coño le hablas Sara?
-A aquello que nunca me atreví a ser

domingo, 22 de marzo de 2009

...y de pronto comenzaron a gritar las estrellas

-Me hubiera gustado expresarte lo que estoy viviendo, pero lo cierto es que ninguna palabra alcanza a expresar el dolor que sacude cada día mi existencia. Dentro de mí misma, en ese espacio entre sangre y órganos donde duermen los sentimientos, se lucha cada día la más cruel guerra, aquella que no salpica sangre pero riega de odio mi cuerpo. Es una batalla entre mis dos bandos, la locura contra la prudencia, y, como en todas las guerras, el bando de los malos está sacando ventaja y cada día avanza con más fuerza. Probablemente no haya un ganador: venza quien venza estaré perdida y condenada.
-Pero... y si en esa batalla entra un bando nuevo?
-No lo entiendo.
-Hay alguien que quiere entrar en misión de paz a ayudar en esa cruel cruzada que está acabando con todo lo que tienes. Tambien él tiene algo que decir, pero se calla. Su mensaje es el silencio porque sus sentimientos nacen allí donde no existe un idioma ni unas palabras. No sé si esa persona ayudará a arreglar los problemas, no tiene mucha experiencia de guerra, pero puedes tener por seguro que lo que más desea es que se declare esa paz interior. Quiere limpiar de blanco esas banderas teñidas de sangre.
-No sé... ha tenido ya tantos errores... es triste estar condenada toda una vida a sufrir el mismo desamor...
-Precisamente por eso. Solo tienes esta vida, en el último de los casos, será la única que destroces. Eres dueña para escoger tus errores. Pero nunca te arrepientas de emprender un viaje que acabó con una sonrisa.
- (:
-Mejor?
-De momento sí
-Con eso me parece más que suficiente por hoy
-----------------
Cada noche miro el cielo y me preguntó donde estará mi hada. Puede que se haya disfrazado de estrella y que desde lejos me sonría y me susurre que tenga paciencia, que luche, porque cuando menos me lo espere volverá a susurrarme las palabras que se atrancan en el fondo de mi alma.
Y por eso, solo por eso, en ese momento soy feliz. Porque mientras miro al cielo parece que todas las estrellas son hadas que me animan a seguir adelante.

lunes, 9 de marzo de 2009

Sombra transparente


Eres tú… tú otra vez.
Siempre has estado ahí pero no siempre te he observado de la misma forma.
Tú… tú misma.
La que me mira desde detrás de los espejos con cara de miedo. Manifestando el dolor que sufro cada vez que nos reencontramos.
Te temo mucho más de lo que nunca he temido a nadie. Hoy por hoy, soy absolutamente incapaz de observarte sin que se nos rompa el alma. No puedo sostenerte la mirada porque en esos ojos oscuros se refleja mucha más tristeza de la que nunca creí que llegaría a soportar. Tu cuerpo parece difuminarse cada vez que te observo. Ese cuerpo jodidamente imperfecto, esa barriga que hace tiempo que está vacía pero que se muere de nauseas en nuestros encuentros, esas piernas gordas que lentamente nos encaminan hacia la desgracia.
Eres horriblemente cruel, lo sé porque te conozco mucho mejor que nadie. Por eso te tengo tanto miedo, y, a pesar de todo, me persigues allá donde vaya. Te has apoderado de todas y cada una de mis pasiones. Cuando camino por la calle te veo reflejada en los escaparates de las tiendas, como una sombra transparente pero tenebrosa, como un presentimiento que solo yo entiendo. Cuando canto rompes mi voz. Cuando escribo eres mi único tema.
Todos tenemos un destino en la vida… quizá yo nací para odiarte, para matarte lentamente, para destrozarte, justo como tú has hecho conmigo. No lo sé. Solo sé que en ese santuario blanco nuestro luchamos cada día la más dolorosa batalla. Una batalla en la que hace tiempo que nuestras opiniones dejaron de importar. Una batalla en la que tú me incitas al más horrible y extremo placer al que debo renunciar por no traer a este mundo de la locura a aquellas personas a las que quiero. Ya no importan las cifras solo el sabor ácido que se hace más dulce a cada momento, solo importa que mi cuerpo vibre y lloré de dolor y de placer al mismo tiempo. Solo importa la locura prohibida de un pecado que no me atrevo a mencionar siquiera.
Sí, soy una princesa y mi trono baila en sentido descendente cada vez que me siento a dirigir mi vida. Es a la vez fracaso y triunfo, crezco cuanto más diminuta me hago, sonrío a causa de todos mis llantos… pero a veces siento que mi báscula es una cuenta atrás del tiempo que me queda por vivir muriendo.
Me dijeron que a la tercera bala vencida, pero también me dijeron que no tropezaría en la misma piedra, que ya conocía el funcionamiento de este truco. Como consecuencia, ya no creo a nadie. Estoy sola… sola contigo.
La nuestra es una relación de amor y odio. Te quiero con toda mi alma y soy capaz de dar mi vida solo porque entiendas que eres un diamante por pulir, una rosa que puede acabar floreciendo. Te amo hasta los mismos huesos. Y al mismo tiempo te odio, chica de la mirada triste y del alma rota. No tanto por lo que eres sino por lo que no eres…
Porque aunque se me corte el aliento cada vez que lo recuerdo, sé la verdad:
Yo eres tú… tú soy yo.

jueves, 5 de marzo de 2009

Yo misma

Quiero hablarte de mí misma.
No te diré mi nombre, lo olvidarías. Mis padres me pusieron un nombre extremadamente poco original.
Una vez alguien me contó que en el nombre del niño van impresos los deseos de sus progenitores. Probablemente mis padres habrían deseado tener una hija normal, con unas notas normales, un grupo de amigos normales , algún noviete normal , que practicase algún deporte sin ser excepcionalmente buena, que fuese normalita físicamente…
Pero ni siquiera el nombre más normal del mundo pudo librarlos de un destino cruel. Su hija salió extraña y fue ella quien más sufrió las diferencias.
Sé que soy diferente y no en el buen sentido de la palabra. Cómo te podría resumir mi ser entero en un párrafo, sin que este estuviese sobresaturado de adjetivaciones que no aciertan a tocar mi esencia? Te diría, simplemente, que soy una de esas personas a las que cuesta sacarles virtudes. Mis talentos andan a marchas forzadas y mis defectos los adelantan en la carrera.
Mis padres engendraron a una persona extremadamente inteligente para las cosas a las que la mayor parte del mundo (la parte sensata?) no le da mayor importancia, sin embargo extremadamente idiota para hacerse valer en esta sociedad.
No nos engañemos, no soy una adolescente buscando mi espacio. A día de hoy sé que el mundo entero es como un gran puzle del que nosotros formamos las piezas. Nos enganchamos los unos a los otros y nos fijamos en un lugar para el resto de nuestras vidas, formando parte del paisaje y ayudando a que el resto de la estructura no se venga abajo. Yo intenté, por amor a los míos aferrarme a ese, mi espacio. Sin embargo con el tiempo esto me creó una gran sensación de claustrofobia y tuve que alejarme y apartarme de todo lo que quería para no morir asfixiada. Mi espacio quedó vacío y me sorprendió ver que casi nadie pudo percibir mi ausencia.
Nunca haré nada capaz de conmover a nadie. Nunca podré hacer que mis padres se sientan orgullosos de esa hija de nombre soso que se confunde en la masa a pesar de no formar parte de ella.
Soy así, mediocre en todo lo que amo y emprendo, pero a pesar de todo, si miras en mis brillantes ojos oscuros podrás ver que nadie en todo el infinito universo es igual a mí. Mis ojos son como una cascada a punto de empezar a correr, como una fuente de agua cristalina pero oscura. Solo por eso, soy única.
Por cierto, mi nombre es Sara. Quizá mañana formes parte del pequeño porcentaje del mundo que aún recuerda como me llamo.
-_-_-_-_-_-_-
Usted está haciendo una enciclopedia?
Venga a sacarme una foto.
No creo que encuentre una imagen mejor para definir la palabra "desilusión"