Luciérnaga de luz inmortal

Lo siento.

Va resbalando el tiempo siguiendo el pulso de un extraño compás.

Ahora vuela, ahora se arrastra...

como el rumbo de una lágrima cruzando una vez mas un rostro.

El atronador tamaño del mundo me produce agorafobia.

Tanto, tantísimo espacio... y sigo estando sola.

El mío es un amor invisible, inexistente, pero cuyo vacío lo llena todo.

Mi amor es una película en la que no sabes quien es el protagonista.

Mi amor es un relato sin hilo argumentivo, sin final y sin principio.

Si algo he aprendido es que demasiada luz puede cegar, pero la oscuridad tambien puede tragar vidas enteras.

Me encuentro en una noche de invierno.

Una ciudad sin farolas, sin sonido, sin vida...

pero algo brilla.

Corro, y en todas las direcciones está esa iluminación.

No puedo escapar de ella.

Pero... porqué debería hacerlo?

No es molesta, no es mala todavía.

Es inocente, pura, juguetona esa pequeña luz.

Quizá sea su insistencia la que hace que me ciegue...

Ya está!

Ya sé cual es su origen.

Soy yo misma la que irradio esa pequeña luz.

Esa luz de vida, que lucha contra una batalla que se sabe de antemano que está perdida.

Esa pequeña luz de esperanza por seguir brillando

Soy una luciérnaga de luz inmortal.

Y me seguiré alumbrando a mi misma.

Porque la noche es demasiado oscura como para caminar sola del todo.

.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.

Cuando es de noche, sientes mas las pequeñas luces.

´Tinkampinho, solo decir que mil gracias por acordarte de mí.

No encuentro palabras para ilustrar lo que sentí al ver esa foto.

Cuando las encuentre, escribiré una entrada decente para ilustrarla, pero de momento no quiero profanar esa obra de arte.

En todo el tiempo que llevo en la blogosfera no había recibido premio mejor, ni creo que lo reciba.

Estoy en deuda;)