Verdes.

Te debía una poesía.

Espero que ahora entiendas la belleza de esos ojos.

Color naturaleza, pureza...

Color de la esperanza.

Rima número 12 del grandísimo Becquer.

Quien fuera tu musa, poeta de corazón roto.

Tu vida transcurrió intensa y leve.

Como un grito de placer.

Pero siglos después, almas soñadoras como yo siguen enamorándose por tus rimas.

Sin más, me limito a tus palabras:

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Porque son, niña, tus ojos

verdes como el mar, te quejas;

verdes los tienen las náyades,

verdes los tuvo Minerva,

y verdes son las pupilas

de las hurís del Profeta.

El verde es gala y ornato

del bosque en la primavera;

entre sus siete colores

brillante el iris lo ostenta;

las esmeraldas son verdes,

verde el color del que espera,

y las ondas del océano

y el laurel de los poetas.

(...)

Que parecen sus pupilas,

húmedas, verdes e inquietas,

tempranas hojas de almendro

que al soplo del aire tiemblan.

(...)

Que parecen si enojadas

tus pupilas centellean,

las olas del mar que rompen

en las cantábricas peñas.

(...)

Pues son, niña, tus ojos

verdes como el mar, te quejas;

quizás, si negros o azules

se tornasen, lo sintieras.

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En memoria de tres grandes:

Bécquer, al que nunca me cansaré de leer y alabar...

y esos dos ojos verdes que tiene mi príncipe ;)

en los que tanto me gusta zambullirme.

Gracias a los tres por haverme volver a creer que la belleza y el amor existen.

¿Comprendes ya que un poema cabe en un verso?