Siempre me gustó la luna, brillando en la noche.
Compañera que me ayudaba en la lucha contra la oscuridad, creía que la luna era un hada amiga que brillaba cuando estaba contenta. Cuando no aparecía, era porque estaba muy triste.
Me habría gustado gritar muy alto, para que me escuchase desde tan lejos, que yo la quería, que la necesitaba para que me iluminase en las oscuras noches, ayudándome a vencer mis miedos.
Y sin embargo, pasó el tiempo y nunca me atreví a confesarlo.
Hoy crecí y se que los rayos no son estrellas,
ni siquiera la caída de algo,
y que la luna no es un hada
ni tan siquiera brilla.
Y sin embargo siempre me arrepentí, por estúpido que suene, del hecho de no haber buscado las estrellas o hablado a la luna.
Aún debo ser una niña, pues aún hoy persigo sueños inalcanzables y sigo teniendo esa necesidad de decirle lo importantes que son para mi algunas personas.
Y sin embargo, pasa el tiempo y sigo obcecada en mi pasividad...
4 comentarios:
De todo cuanto te he leido, este es mi texto favorito. LLeno de imagenes, de filosofia y, sobre todo, de inocencia.
De esa inocencia que irradia todo tu ser. Alma pura donde existan.
Creo que aun somos los suficiente niños para ir a buscar una estrella. Nos sobra tiempo, ningun deseo es irrealizable y menos para ti. Espero ser tu luna. No tengas miedo, yo no te abandonaré en la oscuridad. Intentaré alumbrate el camino sin cegarte con mi replandor.
Esta noche hablaré con la luna, mi vieja amiga y le pedire un deseo relacionado contigo. Sera su voluntad cumplirlo o no.
Mientras tanto te digo... Te quiero diosa celestial. Ilumina mi alma, no dejes que se hunda de nuevo en la oscuridad.
Hola...te dejo esta celebre frase: "Cuando siento necesidad...me levanto de noche a cazar estrellas" Vinven Van Gogh
muy bueno lo que escribes, tienes la calidad de la sencillez y el talento de los creadores. seguiré visitandote..un abrazo desde la argentina.
La imagen de la luna y de su relevancia me recuerda a mis pensamientos de niño. Me ha gustado.
Saludos.
Pues entonces yo con 29 años sigo siendo una niña, porque todavia me sorprenden las noches en las que salgo a buscar estrellas caídas para volverles a dar luz...y también me quedó durante mucho tiempo observando la luna, y puedo sentir su efecto embrujante sobre mí.
Me encanta tu texto.
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