jueves, 31 de enero de 2008

Explicación



Siempre es difícil despegar.

Siempre he sido consciente de ello.

Ya sea un inicio o una caída, no es fácil elevarte y camninar.

Iremos paso a paso.

Me explicaré en esta primera entrada, dedicada a mi.

No importa mi nombre.

Cientos de personas se llaman igual, pero ninguna de ellas ha vivido lo mismo que yo.

Nací en Santiago de Compostela, hermoso oasis en el que siempre he vivido, cuna de mis deseos, de mis triunfos y mis derrotas.

Tengo una familia y unos amigos que me quieren, igual que yo a ellos.

Y sin embargo, has sido tu el que en cierto modo me ha marcado.

Si, tu. El mismo que me elevó al cielo para soltarme desde arriba. Me hiciste caer en un infierno. El mismo que me prometió hacerme feliz y me hundió en un mar de lágrimas. El mismo que me hizo reina de su cuento de hadas, para destronarme después.

Si, me hiciste sufrir para después hacerte tu la víctima. Ahora tu eres un pobre trovador que se equivocó y yo una princesa engreída.

No sé porque sigo dándote explicaciones, pero lo cierto es que lo sigo haciendo. No sé porque te sigo hablando, pero lo sigo haciendo. Dentro de un mar de reflexiones podría preguntarme también porque te sigo queriendo...

Seguramente sea porque aunque fuiste la persona que más me hiciste sufrir, también eres la que más feliz me has hecho sentir. Ese chico que SIEMPRE me hace sentir única, guapa, especial...

Para ti va esto. Aquí comienza nuestra empatía.

Para el resto de los blogger, cada uno debe demostrarle al otro porque su decisión es la correcta.

Lucha de consciencias.

Para ti... sabes que sea cual sea el resultado, siempre te querre como ese amigo taan especial.

La amistad es eterna... tu me has enseñado que el amor no.

2 comentarios:

Tuyo_siempre_princesa dijo...

Veo que sigues siendo igual de única y valiente princesa.
Es una suerte mantegas tus virtudes. Lo peor es que sigues teniendo los mismos defectos.
No te cargues de razón mi princesa.
Sabes que yo sufrí mas con mis fallos que tu, no puedes negarlo.
Se que me he equivocado y calumniado a mi diosa.
Se que he cometido el peor delito: hacer llorar a un angel. Pero no crees que ya llega con el castigo?
Se que no crees en mis promesas, pero soy sincero si te digo que recuperaremos juntos ese viejo reino perdido.
No me importa esperar, pero mientras lo piensas quiero que sepas que te adoro y te quiero princesita. Siento haberte echo sufrir, lo creas o no.
Besitos princesa.
Te contestare tan pronto el tiempo te permita volver a renovar.
Besos de este caballero tuyo que tanto te quiere.

Enrique dijo...

hola, señorita bloggera.

he leído tu última entrada, pero prefiero ponerte el comentario en tu primer paso dentro de todo esto.

sé que no quieres ningún comentario del mismo, pero que va! aquí te escribo pensando en ese último escrito.

no soy nadie para dar consejos ni nada por el estilo. pero tu lucha es la lucha de muchos en este mundo, la lucha entre la espiritualidad y la materia. tenemos que aprender (en ello me incluyo por completo) a lograr comprender las dos partes, equilibrarlas.

toda negación de algo se proyecta en nuestro inconsciente. si digo que tú no eres yo, entonces se proyectará en mi inconsciente. solamente podemos ver lo que somos, y si te he leído es porque eres parte de mi alma.

no somos dioses ni demonios, pero tenemos facultades que nos hacen únicos. es cierto que los dioses cruzan el arcoiris para viajar, y que nosotros lo haremos por las montañas, pero tenemos que aprender a disfrutar todo el viaje.

buscas una espiritualidad única, pero ello no está peleado con tu feminidad, con la parte material que se alimenta de cosas materiales.

en el antiguo testamento, las cosas estaban basadas en el dios del bien y del mal hasta que apareció jesucristo (buda y job lo entendieron antes) y puso con palabras más sencillas que las cosas no están ni bien ni mal, que nada se tiene que mejorar, únicamente cambiar los conceptos que tenemos de las cosas... vivir en el punto medio, en el presente, en la eternidad, en el único sitio que se puede desarrollar el amor... el verdadero y único amor.


no sé que más decirte, pequeña princesa de compostela. y sé que quizás pierda tu amistad por esta impertinencia mía, pero lo hago como si fueras una pequeña hermana mía.

la mágia de la vida está en todas partes, pero no somos capaces de verla... y al igual que tú, me desespero por no ser capaz de verla, pero al querer ello estoy también generando el punto contrario... y lo pero de todo es que no estoy en el centro... donde existe la eternidad. (qué coraje me da!)

cuidate mucho. eres la conductora. no lo olvides.

ciao